En esta entrada del blog vamos a visitar un faro gallego situado en la parte sur de la entrada de la Ría de Vigo. Hablamos del faro nuevo de Cabo Silleiro, que sustituyó a otro anterior construido en 1866, con un alcance de 17 millas náuticas y del que aún en la actualidad pueden observarse las ruinas.
Este faro primitivo utilizó como combustible aceite vegetal y posteriormente petróleo. La decisión de su abandono y construcción del nuevo radica en la necesidad de aumentar el alcance de la luz. En la postal antigua reproducida al margen podemos observar su aspecto previo al abandono.
El actual faro de Cabo Silleiro fue iluminado en agosto de 1924 si bien durante un tiempo operó simultáneamente con el antiguo. Consta de una torre octogonal de piedra de 30 metros de altura, pintada de rojo y blanco en franjas horizontales. Culmina en la linterna con balconada, cubierta con la cúpula metálica pintada de rojo. Se encuentra adosada a un gran edificio de servicio y vivienda de los fareros, de dos plantas y pintado de blanco. Su plano focal es de 85 metros sobre el nivel del mar, y su alcance nominal es de 24 millas náuticas. Utilizó petróleo como combustible hasta su definitiva electrificación en 1932.
Como curiosidad, en el mismo año de su iluminación se produjo un incendio del que resultaron heridos de consideración tres fareros. El incidente obligó a habilitar provisionalmente el faro antiguo.
En las inmediaciones del faro se encuentran restos de búnkers y baterías militares correspondientes a instalaciones defensivas del Ejército español para la protección del puerto de Vigo, y que serían abandonadas en la década de los 80 del siglo pasado.