Este faro, el más oriental de Asturias y uno de los más aislados, se encuentra en la Punta de San Emeterio al borde del acantilado, en las cercanías del lugar de Pimiango del concejo de Rivadedeva, a un kilómetro al oeste de la ría de Tina Mayor, que representa el límite entre Asturias y Cantabria. El faro se sitúa en un entorno distante de lugares habitados y casi oculto entre un bosque de encinas, pero con una fuerte impronta histórica. En sus cercanías encontramos la Cueva de Pindal, con una excelente muestra de pinturas rupestres del Magdaleniense, y las ruinas semiocultas entre la vegetación del Monasterio románico de Santa María de Tina.
El faro fue iluminado por primera vez en marzo de 1864, con una óptica de tercer orden, utilizando sucesivamente como combustible aceite, parafina, petróleo y gasolina, hasta su definitiva electrificación en 1918. A partir de 1927 se dotaría al faro de una nueva óptica de cuarto orden.
Consta de una torre circular de cantería en bloques de piedra caliza vista, de 9 metros de altura, que remata en la linterna con cúpula metálica pintada de gris y balconada. Su plano focal es de 68 metros sobre el nivel del mar y el alcance nominal nocturno de 20 millas náuticas. La torre se encuentra adosada a la fachada norte del edificio de servicio y vivienda del torrero, de una planta y pintado de blanco.
Como nota curiosa relativa a la construcción del faro, podemos mencionar el hecho de que sus cimientos se asientan sobre el denominado "bufón" de San Emeterio. Un "bufón" es como se denomina en Asturias a una sima natural que se comunica con el mar a través de una cavidad horizontal horadada en el acantilado. En circunstancias adecuadas, como la combinación de la pleamar con fuerte oleaje, se produce la salida de agua y aire a presión con un fuerte sonido, a modo de géiser, por el orificio del bufón.
En la construcción de los cimientos se intentó sellar la salida del bufón mediante sillares, pero el agua y aire a presión acabaron por deshacerlos. Finalmente fue necesario construir los cimientos en esta zona sobre un arco de medio punto que dejara salida libre al "bufón". No resulta difícil imaginar la tortura que representaría para los torreros del faro el constante y rítmico sonido del "bufón" durante los temporales de invierno.
En agosto de 1936, al poco de comenzar la Guerra Civil española, se produjo un incidente en relación con el faro. Un grupo de milicianos armados procedieron a relevar de su puesto al torrero ante la sospecha de que se comunicaba por las noches con el crucero del bando "nacional" Almirante Cervera, que se encontraba realizando funciones de bloqueo de los puertos del Cantábrico. Afortunadamente para nuestro torrero parece que el incidente no tuvo mayores consecuencias.
Faro de San Emeterio © Min 2012 |
Consta de una torre circular de cantería en bloques de piedra caliza vista, de 9 metros de altura, que remata en la linterna con cúpula metálica pintada de gris y balconada. Su plano focal es de 68 metros sobre el nivel del mar y el alcance nominal nocturno de 20 millas náuticas. La torre se encuentra adosada a la fachada norte del edificio de servicio y vivienda del torrero, de una planta y pintado de blanco.
Como nota curiosa relativa a la construcción del faro, podemos mencionar el hecho de que sus cimientos se asientan sobre el denominado "bufón" de San Emeterio. Un "bufón" es como se denomina en Asturias a una sima natural que se comunica con el mar a través de una cavidad horizontal horadada en el acantilado. En circunstancias adecuadas, como la combinación de la pleamar con fuerte oleaje, se produce la salida de agua y aire a presión con un fuerte sonido, a modo de géiser, por el orificio del bufón.
Entrada del faro de San Emeterio © Min 2012 |
En la construcción de los cimientos se intentó sellar la salida del bufón mediante sillares, pero el agua y aire a presión acabaron por deshacerlos. Finalmente fue necesario construir los cimientos en esta zona sobre un arco de medio punto que dejara salida libre al "bufón". No resulta difícil imaginar la tortura que representaría para los torreros del faro el constante y rítmico sonido del "bufón" durante los temporales de invierno.
En agosto de 1936, al poco de comenzar la Guerra Civil española, se produjo un incidente en relación con el faro. Un grupo de milicianos armados procedieron a relevar de su puesto al torrero ante la sospecha de que se comunicaba por las noches con el crucero del bando "nacional" Almirante Cervera, que se encontraba realizando funciones de bloqueo de los puertos del Cantábrico. Afortunadamente para nuestro torrero parece que el incidente no tuvo mayores consecuencias.
Hola Min, veo que tuviste los mismo problemas que yo para fotografiar este faro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Juan Miguel. La verdad es que me costó hacer las fotos, por otro lado bastante mediocres, ya que el faro se encuentra muy oculto entre la vegetación y es casi imposible acercarse. De todas formas otro día que tenga más tiempo intentaré acercarme hasta al acantilado a la izquierda del faro desde el aparcamiento de la cueva del Pindal, atravesando los matorrales de tojo. En algún sitio que no recuerdo he visto una foto del faro desde ese punto con una vista impresionante. Un saludo. Min
ResponderEliminarInteresante post, tiene que ser un sitio realmente guapo. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Juan por tu comentario. Efectivamente el sitio es muy bonito y singular, ya que no son comunes en Asturias estos bosques costeros de encinas. El mayor problema es la inaccesibilidad del faro, que dificulta obtener buenas fotografías. Un saludo. Min
EliminarYo pasé varios veranos en este faro, en los años 70, pues el torrero era un tío de mi madre. Tengo recuerdos muy bonitos de aquello, pues era muy diferente a todo. Ah! y el bufón me daba mucho miedo, aquel ruido....
ResponderEliminarPor supuesto que muchas veces subí a la torre y allí esperábamos a que el sol desapareciese en el horizonte, para ver el "rayo verde", que era el último que se veía.
¡¡Cuántos recuerdos me trae este faro!!
Min, como buen dices, yendo por la izq dl faro, bordeando el acantilado de mala manera, llegas a las inmediaciones del faro (200m) pero la cuestión es saber si hay perro peligroso en ese faro, pq carteles diciendo q lo hay, hay varios y claro...a ver quien se la juega!!
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Otra vez que vaya intentaré esa ruta. Respecto al cartel del perro, efectivamente no parecía que hubiera ningún animal, pero... Mi mujer me animaba a saltar la valla y hacer las fotos unos 10 metros más allá , siempre ha sido un poco revolucionaria :-)))), pero la imagen de un pitbull corriendo hacia mi, y mi patológica disposición a cumplir las reglas pudieron más.
ResponderEliminar