Regresamos de nuevo a Ribadesella para visitar la baliza que marca la entrada al puerto, construida en el año 1905 al final del paseo de la Grúa, extenso malecón que recorre la margen derecha de la ría. Esta baliza siempre ha sido conocida entre los habitantes riosellanos como el "farín de la grúa", haciendo gala de la costumbre asturiana de aplicar diminutivos cariñosos a casi todo.
Farín de la Grúa ca. 1920 |
La torre fue edificada originalmente en cantería y de forma octogonal, presentando una doble balconada y un corto mástil sobre el que se ubicaba la luz. Adyacente a la misma se situó un semáforo manual de señales marítimas.
En algún momento del siglo XX que no he podido concretar, la torre original fue demolida siendo sustituida por la actualmente visible.
Se trata de una torre cilíndrica de hormigón blanco, de 8 metros de altura rematada en balconada, con escalera y barandilla pintadas de rojo. Sobre un mástil se encuentra la luz, también roja. La altura del plano focal es de 12 metros y su alcance nominal es de 5 millas náuticas.
Baliza de la Guía © Min 2011 |
Esta baliza se encuentra en la base del monte Corveru o de La Atalaya, que cierra la ría por su lado oriental, y en cuya cima se encuentra la Ermita de la Virgen de la Guía. Esta Virgen es muy venerada por los pescadores riosellanos, que la consideran como el "faro" y "guía" que ayuda a los marineros en dificultades a llegar sanos y salvos a puerto.
Como anécdota triste, y curiosa, el 13 de agosto de 1992 y a 2 millas al nordeste de Ribadesella, frente al citado monte de La Atalaya se hundió el carguero croata "Neretva" al desplazarse la carga de cenizas de pirita que transportaba. No hubo que lamentar víctimas del siniestro, pero se provocó una marea negra procedente del combustible que transportaba el buque y que afectó a toda la costa de la zona.
Hasta hace unos años aún podían leerse en la prensa asturiana noticias relativas a la reclamación de indemnizaciones por el Ayuntamiento de Ribadesella, pendientes de pago por una posible falta de diligencia en los Ministerios de Justicia y Asuntos Exteriores españoles en su actuación contra el capitán y armador del Neretva.
Como anécdota triste, y curiosa, el 13 de agosto de 1992 y a 2 millas al nordeste de Ribadesella, frente al citado monte de La Atalaya se hundió el carguero croata "Neretva" al desplazarse la carga de cenizas de pirita que transportaba. No hubo que lamentar víctimas del siniestro, pero se provocó una marea negra procedente del combustible que transportaba el buque y que afectó a toda la costa de la zona.
Hasta hace unos años aún podían leerse en la prensa asturiana noticias relativas a la reclamación de indemnizaciones por el Ayuntamiento de Ribadesella, pendientes de pago por una posible falta de diligencia en los Ministerios de Justicia y Asuntos Exteriores españoles en su actuación contra el capitán y armador del Neretva.
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