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miércoles, 25 de septiembre de 2013

Faro de Punta Martiño en Fuerteventura (Islas Canarias)

Volvemos a las Islas Canarias (España), para visitar el faro de Punta Martiño, situado en el lugar de dicho nombre, en el extremo norte del islote de Lobos perteneciente administrativamente a Fuerteventura y ubicado en el estrecho que separa esta última isla de la de Lanzarote.

Faro de Punta Martiño © Pino 2013
El faro comenzó a construirse en 1860, labor que realizaron trabajadores portugueses que establecieron un asentamiento estable en la zona. El diseño arquitectónico fue realizado por Juan León y Castillo, quien también diseñó los parecidos y cercanos faros de Pechiguera e Isla Alegranza, en Lanzarote. Consta de una torre troncocónica de cantería de 6 metros de altura, que culmina en la linterna con balconada y cúpula metálica pintada de blanco. La torre se encuentra insertada en el muro oriental del edificio de estilo neoclásico que servía como vivienda del torrero y su familia, que consta de una planta y se encuentra pintado de color amarillo. El techo del edificio actúa como recolector del agua de lluvia, que es conducido a un gran aljibe situado bajo el patio. Su plano focal se encuentra a 29 metros sobre el nivel del mar.
Torre del faro de Punta Martiño © Pino 2013

Se iluminó por primera vez el 30 de julio de 1865 como faro de 6º orden, alimentado inicialmente con aceite de oliva y con un alcance de 9 millas náuticas. Posteriormente se utilizó como combustible parafina y petróleo y en 1923 acetileno, aumentando su alcance hasta 14 millas. En la actualidad se encuentra electrificado y automatizado.

Existen varias personas relacionadas con el faro con una historia vital interesante. Así, la conocida escritora Josefina Plá (1903-1999), que desarrolló su labor artística en Paraguay, nació en este faro donde su padre Leopoldo Plá era el torrero.

El también escritor José Rial ejerció como farero desde 1913, publicando en 1926 su novela Isla de Lobos, inspirada en sus experiencias en el lugar.

Por último, debemos citar a Antonio Hernéndez, conocido cariñosamente como "Antoñito el farero", que ejerció esta labor desde 1936 hasta 1968, siendo la última persona en ejercer esa labor. Tras su muerte, nadie habita permanentemente en el islote, si bien las casas del denominado Puertito son habitadas estacionalmente algunos fines de semana y en verano.

El islote de Lobos debe su nombre a que antiguamente habitaban sus aguas las focas monje o "lobos marinos", actualmente extinguidos. Desde 1994 es Parque Natural.

Faro de Punta Martiño © Pino 2013